Suite Musical ®: Variación de un motivo
Tema

Variación de un motivo


     Al momento de aprender ciertos patrones prefabricados para incluirlos en nuestra improvisaciones, es importante ser libres de ellos y no repetirlos mecánicamente, puesto que la esencia de la improvisación es encontrar las notas que surjan de nosotros y no simplemente reproducir lo que alguien ya hizo. Esto no significa (necesariamente) tocar cualquier nota que nos nazca: sería libertinaje y no libertad. Digo necesariamente por que, según el tipo de música que queramos hacer, el material melódico y armónico será diferente y, si el estilo es totalmente libre, entonces podría caber la utilización de cualquier nota. Eso depende de lo que se desee.

    El siguiente patrón nos servirá de ejemplo, y el material utilizado pertenece a la escala pentatónica de Mi bemol Mayor. La idea es reconocerlo auditivamente y dominarlo técnicamente. Tener como base un patrón nos servirá como referencia para no perdernos en el transcurso de la improvisación. Considerémoslo como una muleta hasta que nos sintamos libres para andar solos, y no como un fin en sí mismo.


    Una vez aprendido, llega el momento de transformar este patrón en uno propio y que nos represente. Para esto podremos agregar o sacar notas, cambiar el ritmo, jugar con los acentos y las dinámicas o, incluso, rellenarlos y armonizarlos.

    El ejemplo siguiente es tan solo una manera de cómo se podría variar el motivo. Tengamos en cuenta que este análisis se da posterior a haber realizado el motivo: sentimos, tocamos, analizamos. El sentimiento es el que guía, y el análisis servirá para ordenar el conocimiento y conocer las diversas posibilidades. Es importante buscar la sonoridad individual.


     Lo que se hizo fue agregar notas en el tiempo anacrúsico. En el primer tiempo se mantuvieron la cantidad de semicorcheas pero se variaron las notas. En el segundo tiempo también se agregaron. El final del motivo se adelantó un tiempo.