Suite Musical ®: La misión del maestro
Tema

La misión del maestro


     Un maestro debería tener como tarea alentar al alumno a no depender de él; las herramientas deben mostrárserles desde tal perpectiva que sea capaz de encontrar por si mismo, sin ayuda de nada externo, las maneras más útiles de resolver las situaciones que se presentarán. Depender de un maestro para avanzar nos lleva a no saber cómo aplicar nuestra propia individualidad, nuestra propia unicidad, ya que nos veríamos atados a su  conocimiento propio, a su manera de entender las cosas, a su experiencia y no a nuestra exploración sensorial e intelectual; al mismo tiempo, nos veremos perdidos cuando surjan dudas y él no se encuentre cerca para consultarle. Entonces, es preciso brindarle al alumno no fórmulas puramente prefabricadas, sino fundamentos flexibles sobre los cuales articular su conocimiento. Tampoco creo que sirva corresponderse con un sistema rígido de reglas y fórmulas: las variables son infinitas e inabarcables, y la capacidad creativa debe ser la encargada de generar respuestas eficientes para poder enfrentar cualquier dificultad.

     Buscar en el ámbito externo la solución es como vivir mantenidos, a expensas de otro. Al principio, lo considero necesario e inevitable. Al no poseer conocimientos, la guía del maestro se convierte en algo básico, en el punto de partida. Él nos guiará de buena fe por intrincados caminos y nos acercará a formas apropiadas. Pero no hay que aferrarse. él es solo un medio para un fin, el cual es lograr la independencia, la plena capacidad para lidiar con los reveses propios de cualquier arte.

     Al fin y al cabo, el arte exige de nuestra esencia, de nuestro ser más íntimo para crear algo nuevo, para proceder con nuestra impronta a través de los diferentes relieves. La individualidad en el arte (como en cualquier ámbito sano de la vida), es primordial, y no puede enseñarse: debe ser descubierto por el mismo alumno, es un camino que él debe recorrer, es su propia búsqueda.